Buenas gordos. Para conmemorar un nuevo 2 de abril les comparto dos ocasiones de operaciones militares fuera de las Islas Malvinas (Georgias & Sandwich del Sur) durante el conflicto armado del '82 que probablemente muchos de ustedes conozcan pero que la mayoría de gente de a pie no.
Operación Algeciras:
Para mí es una de las historias más interesantes de toda la Guerra de Malvinas. La Operación Algeciras fue ideada por el entonces comandante en jefe de la Armada Argentina Jorge Isaac Anaya, integrante junto con Lami Dozo y Galtieri de la junta militar imperante. Tiene como protagonistas a 4 hombres: 1 oficial de la Armada (Héctor Rosales) y tres ex montoneros, uno de ellos identificado cómo “El Marciano”, Nelson “el Pelado” Latorre, y Máximo Nicoletti.
Nicoletti es un personaje muy curioso en sí mismo. Mientras estuvo en Montoneros mató en el ‘74 a Alberto Villar (jefe de la Policía Federal integrante de la Triple A) con una bomba puesta en la lancha donde viajaba con su mujer, y en el ‘75 provocó el hundimiento del buque ARA Santísima Trinidad (buque, por cierto, británico clase 42, cómo el HMS Sheffield). Rondando el año ‘77 lo captura un grupo de tareas y lo retienen en la ESMA, dónde negocia su vida a cambio de pasar a formar parte de la Inteligencia de Marina, entregando a sus propios ex-compañeros y formando cuadros de buzos. En una nota leí que ayudó a confeccionar una operación de sabotaje a buques chilenos apostados en Valparaíso durante la escalada por el conflicto del Beagle. Durante la década de los 90s Nicoletti también formaría parte de una banda que asaltaba blindados.
En fin, cuando estalla lo de Malvinas le encargan junto con los otros personajes mencionados viajar a Francia en un vuelo comercial con pasaportes falsos obtenidos de capturas previas de Montoneros, de ahí pasar a España y residir en la zona cercana a la península de Gibraltar (mantenida cómo territorio británico de ultramar pese a los reclamos de España), dónde se encontraba una importante base militar británica desde dónde diversos buques partían hacia Malvinas. La idea era, cuando el momento sea propicio, partir desde la playa de Algeciras en territorio español, cruzar la bahía, y reventarles una embarcación con minas submarinas. Anaya sostenía que en caso de concretarse el operativo, los brits y españoles culparían a los rusos, los islámicos, la ETA, u otras organizaciones antes que a los argentinos, y si efectivamente caía el comando, deberían declarar que eran Montoneros que operaron independientemente del gobierno argentino.
Según palabras de Nicoletti, el 2 de mayo entran a la bahía una fragata misilistica británica y un buque carguero de guerra, bajo condiciones climáticas ideales para proporcionar el ataque, pero desde Buenos Aires no autorizan la operación porque aún habían gestiones diplomáticas con Alexander Haig y el presidente de Perú Fernando Belaúnde Terry. Esa misma noche (tarde en el hemisferio sur) hunden el Belgrano. A partir de entonces Buenos Aires da luz verde para atacar el primer buque que vuelva a entrar a Gibraltar. El 12 de mayo entra la fragata misilistica HMS Ariadne. Mientras los ex montoneros descansan para prepararse para el ataque, Rosales va a extender el alquiler de los coches para la retirada y es detenido por la policía española. La HMS Ariadne
Sobre la captura del comando de argentinos hay versiones dispares de a qué se debió. Desde un principio los franceses notaron que los pasaportes tenían algo raro. Llamaba la atención los buzos que traían en el equipaje porque eran casi exclusivamente de uso militar. La excusa era que eran fotógrafos marinos y los buzos no lanzaban burbujas y por tanto no ahuyentaban a los peces (aunque un pequeño detalle es que no llevaban ninguna cámara submarina en el equipaje lol). Los brits dicen que los franchutes se comunicaron con ellos y a la vez ellos alertaron a los españoles. Supuestamente los británicos también habían interceptado mensajes entre la embajada argentina en Madrid y Buenos Aires y ya estaban al tanto de la operación, aunque no conocían los detalles. La otra versión es que los españoles empezaron a sospechar de los argentinos por la cantidad de guita en efectivo que manejaban y el constante movimiento en coches de alquiler, y pensaron que podrían llegar a ser narcotraficantes o una banda de asaltantes de bancos sudamericana que había atacado recientemente por la zona. Cuando finalmente la policía española los captura (bajo circunstancias que difieren dependiendo de a quién le preguntes) el gobierno español procura mantener todo bajo secreto (por aquel entonces España estaba en tratativas para entrar a la OTAN, y aparte empezaba el Mundial) y envían a los integrantes del comando en un vuelo comercial de vuelta a Argentina.
Hay un documental en YouTube de realización española dedicado exclusivamente a la Operación Algeciras donde se entrevistan con Nicoletti (escuchándolo te das cuenta de que es un Gordo™ hecho y derecho). Para mí que soy un gordo malvinero es increíble, tiene dramatizaciones sutiles copadas y musiquita muy buena, pero hay que tener en cuenta que es la versión de Nicoletti.
Un plan de los británicos cuasi-suicida de desplegar un comando SAS (Special Air Service) en un Hércules a la base militar en Río Grande, destruir los Exocets, matar a los pilotos, y luego volar a Punta Arenas, en Chile. Se hizo una operación de reconocimiento previa denominada Plum Duff que consistió en enviar a un grupo de SAS a Tierra del Fuego en un helicóptero Sea King para que establezcan una posición de observación. El helicóptero estaba en su límite operativo y por tanto deberían ir a Chile luego de dejar a los SAS, y destruir el aparato allí para no dejar pruebas.
La incursión fue realizada la noche del 17/18 de mayo. La visibilidad aquel día era mínima por la espesa niebla que azotaba el lugar. Además, el helicóptero fue detectado 3 veces por radares argentinos de buques y terrestres. Por tanto viraron hacia Chile, a una playa ubicada cerca de Punta Arenas. Intentaron hundir el helicóptero en el agua pero por falta de combustible no pudieron, y se entregaron a las autoridades chilenas que los enviaron en un vuelo comercial de vuelta a Londres. En síntesis: les salió cómo el orto. Parecía que la base de Río Grande estaba mejor protegida de lo que los ingleses pensaban.
La operación no sólo era una locura por el riesgo implicado, sino porque también sería una gran justificación para invocar el Tratado Interamericano de Ayuda Recíproca e involucrar a otros países sudamericanos en la Guerra.
Los marinos argentinos también han comentado que sí un grupo SAS efectivamente hubiese cumplido con la Operación Mikado y huido a Chile, hubiesen cruzado a territorio chileno en su persecución jajsdjf
Esta operación también es un argumento constante por parte de fuerzas argentinas en el continente que reclaman el estatus civil de Veteranos de Guerra, al igual que los combatientes en las Islas.
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